Salimos el 20 de octubre muy temprano de Chilpancingo, alrededor de las 6:30
am hacia el poblado de La Concepción que es un poblado cerca de Acapulco,
aproximadamente a media hora. En esta ocasión por poco y me quedo en
Chilpancingo, la razón fue porque me había dicho el Dr. Jorge Villa que nos
reuniríamos a las 6:30 am y efectivamente a esa hora llegamos ambos sólo que el
autobús ya estaba por salir, sólo llegue unos segundos después del Dr. Jorge y
partimos hacia la localidad inmediatamente que subí al autobús. De hecho no nos
dieron bien la hora.
Estudiantes de Telesecundaria y de Preescolar formados durante el inicio de la ceremonia de inauguración. |
La ceremonia de inauguración empezó poco antes de las 10:00 am
en la que se realizaron los honores a la bandera, estando presentes los
estudiantes de preescolar y telesecundaria. En está ocasión sí que me lleve una sorpresa durante los honores
a la bandera, en la que la escolta estuvo conformada por los alumnos de
telesecundaria, los cuales se encontraban realmente nerviosos ante tanta gente
al igual que lo estuvieron los alumnos de Atlixtac en la ocasión pasada, pero
bueno sus equivocaciones después de todo no eran tan graves, lo grave si que
fue durante el himno a Guerrero, todo iba bien durante la primera parte del
himno hasta que se llego a la segunda y ¡¿que qué, que qué, que qué?! ¡Los estudiantes
de telesecundaria cantaron una versión diferente a los de preescolar que
estaban siendo dirigidos por lo que parece ser son la educadoras! No supe si
molestarme o dar la espalda y reírme, no
creo que hayamos infundido tanto nerviosismo a los participantes en los honores
a la bandera, ¿o sí?
Lo otro “medio grave” fue que al momento de dar su discurso
el comisario de la comunidad se noto claramente que no sabía leer bien, incluso
al declarar la iniciación de la Caravana de la Ciencia, siguió leyendo su hoja
en la que decía que oficialmente se inauguraban siendo las 9:30 am ¡cuando ya
eran las 10:30 am y de eso todos los que pusieron atención se dieron cuenta!
Pero dejando de lado todo lo anterior, se puso en escena una
obra de teatro que gusto mucho a las personas concientizando además a las personas a la no destrucción de lo naturaleza y a respetarla. Una vez finalizada, empezaron los talleres.
Al principio, me
dedique un momento a la construcción del reloj solar, teniendo rápidamente
muchos interesados, creí que todo iba ser más o menos tranquilo pero me
equivoque, la verdad sí que me llegaron a desesperar sobre todo los niños no
dejaban de decirme señor quiero esto, quiero el otro, quiero no se que, etc., y
como me encontraba solo trate de ayudar a todos por igual pero no me fue
posible, pues mientras ayudaba a una persona ya sea con los recortes o bien el
ensamble, otras ya me estaban exigiendo que papel, que cartón y creo que no
tenían mucha paciencia, pues les decía que me esperaran un momento mientras
terminaba de atender y pues algunos se levantaron dejando su material o bien
llevándoselo pero sin terminarlo, así que, para los próximos a participar en el
taller le pedí de favor que si querían participar, deberían de terminar bien su
reloj pues de lo contrario sólo se estaba echando a perder el material y pues
no aprenderían a utilizar adecuadamente el reloj.
Si que se lleno el taller rápidamente y tuve que tratar de ser rápido para atenderlos. |
Tiempo después llego el Dr. Jorge y se hizo cargo de momento
del taller, luego, instalamos el
telescopio mientras y me dedique por completo a él y el Dr. Jorge al taller
pero topo con la misma suerte que yo al principio pero supo ingeniárselas para
ponerlos un poco atentos. Por la cantidad de gente y lo atareado que estuvo el
Dr., surgió un pequeño detalle, pues cuando me pidió que arreglara las
fotografías de astronomía, mientras él les enseñaba a usar el reloj a los niños
me pidió que los atendiera momentáneamente y que me fijara bien en ellos porque
¡ya no había tijeras! Yo creo que algunos niños habrán pensado que como el
material era gratis, también lo eran las tijeras.
Volví con el telescopio y algo que ya me había pasado en las
demás sedes, fue que algunas gentes al acercarse al telescopio decían “no se ve
nada” y me acercaba para verificar pues que en efecto nada se veía pero siempre
resultaba todo lo contrario, si se veía el sol, sólo que no sabían que así se
tenía que ver como un circulo amarillo-anaranjado con algunos puntos negros los
cuales correspondían a las llamadas manchas solares. Tanto en Atlixtac y
no sé si bien en Técpan, me dedique
primero a dar la explicación de lo que se vería a través del telescopio y como
se veía para que supieran ver y diferenciar, pero de vez en cuando algunos no
ponían atención a esto y decían “no se ve nada” cosa que por demás siempre me
frustraba o desanimaba, volviendo a recurrir a la explicación y pues lo que
ayudo demasiado fue el cartel que siempre se lleva para la observación del sol,
pues en éste, se encuentra una fotografía del sol a través de este mismo
telescopio.
Así es como se aprecia el sol a través del telescopio. Así se vio en La Concepción |
Caída la tarde, el
material del taller solar se agotó con lo cual hubo tiempo de cambiar el
telescopio pero esta vez no para observar al sol sino a la luna.
Desafortunadamente, no se observo como creí se vería pues apenas estaba
llegando a su fase de luna creciente y el cielo no estaba libre de nubes, las
cuales aunque delgadas en el fondo azul del cielo no dejo que se apreciara bien
la luna, a tal grado no era fácil de distinguirla a través del telescopio. Algo
que poco me agrado de alguna compañera de Matemáticas fue el hecho de que se
acerco varias veces al telescopio y cada vez que se retiraba decía que no se
veía nada, me disgusto mucho esto, le pedí amablemente que guardara silencio y que se
acercara al telescopio y que “NO VIERA, SINO QUE OBSERVARA”. Fue así que por fin
dijo que vio a la luna, la verdad no sé si de verdad la vio o sólo lo dijo por
decirlo.
Considero esto es muy importante, no basta ver para
descubrir sino que hay que saber observar. La primera cosa que aprendí en mi clase
de física de secundaria fue diferenciar entre ver, mirar y observar y se nos
decía que un científico debe saber bien observar. Si Galileo solo hubiera
“visto” a Júpiter a través de su telescopio, creo que de él nada se hubiera
sabido de Ío, Europa, Ganímedes y Calisto.
Para finalizar, creo que a las personas si les gusto los
talleres llevados a cabo pues hubo buena participación por parte de la gente,
los cuales iban desde niños hasta adultos, señores y de mayor edad. Muchos
pasaron por los diversos talleres, al ser novedad, generan mucha curiosidad e
invariablemente se quedan para saber de que se tratan o bien para participar.
Volví a terminar muy sudado y asoleado pero con gusto de participar en estos eventos,
espero el próximo año vuelva la “Caravana de la Ciencia” pues aquí al igual que
en las otras sedes en las que he participado, el público lo pide
jajajajajajaja.
Volvemos a apreciar que incluso gente mayor se adentra a los talleres. |
Gran labor Bricio.
ResponderEliminarAlgunos niños te lo agradecerán después. Igual que tu profesor de física en la secundaria te ayudó a ti.