Se que debí haber publicado esto hace más de medio año, creí que al menos ya tenía listo el escrito desde hace varios meses y sólo restaba publicarlo y sin embargo no pude encontrarlo, así que sólo he escrito un poco de lo que recuerdo.
Malinaltepec
fue la última sede de la Caravana de la Ciencia y también una de
las sedes más alejadas de Chilpancingo puesto que nos llevo cerca de
10 horas para llegar.
En
esta ocasión nos reunimos el viernes por la mañana para almorzar
antes de partir hasta dicha sede. Tenía muchas ganas de conocer esta
sede por encontrarse muy retirada de Chilpancingo, además de poder
disfrutar de la naturaleza de la región de la Montaña. Se nos
indico que el clima era frío, por lo cual deberíamos llevar ropa
para ocasión. Algunos de mis compañeros de Matemáticas estaba
deseosos de participar en esta sede, pero dado el periodo de
exámenes semestrales tuvieron que descartar ésta posibilidad, más
no así el profe Joel que se había preparado para ésta ocasión
porque no conocía el lugar: preparo todo lo posible para no tener
compromisos escolares para esta fecha, incluso llevo a su hijo.
El Profe Joel, su hijo y yo antes de irnos a alojar al albergue. |
Mientras nos dirigíamos al pueblo, por más que trataba de determinar el pueblo a través de sus
luces no pude dar con ella hasta que por fin llegamos. Es un lugar
bastante hundido con árboles altos que ocultan ocultan al pueblo, mostrando sólo a algunas cuantas casas (de hecho cuando llegamos el cielo estaba nublado y confundí la luz de un foco con el planeta Júpiter por ser lo único que se veía y por lo bajo del terreno en donde me encontraba).
Foto tomada desde al albergue en donde se puede apreciar que los árboles ocultan a las demás casas. |
Al
día siguiente por la mañana se instalaron los talleres, se llevo a
cabo la ceremonia de inauguración en la que participaron pequeños
niños de primaria tocando con sus instrumentos y alumnos de nivel
secundaria en la escolta. En esta ocasión no pude estar cerca de
los demás talleres puesto que el lugar era una cancha techada y yo
tenía que estar en el telescopio. Hubo mucha participación de los
estudiantes y profesores en cada uno de los diferentes talleres
llevados a cabo, pero a los niños pequeños le gusto mucho las
burbujas llevado por los compañeros de La Avispa.
Por mi parte me dedique al telescopio, apuntándole a la luna por unas horas y después al sol. Algo que note en esta sede era que los niños de primaria tenían mejor observación: lograban ver bien los cráteres en la luna mientras que los de nivel secundaria no los lograban ver o bien a algunos les costaba mucho trabajo.
Al
final de mi jornada de observación fui a ver los talleres que aún
se mantenía, teniendo la oportunidad de hablar con un ex-compañero
de escuela y egresado de la maestría en matemática educativa, el
cual sólo se que se llama Javier, el llevo a cabo un taller junto
con otros profesores con los que trabaja en una universidad cercana a
Malinaltepec. Me dio gusto hablar un poco con él a cerca de los
planes de cada quien en lo referente al estudio y porque después
haber egresado ha encontrado empleo muy pronto.
Cuando
por fin terminaron los talleres, se guardaron las cosas y además se
aprovecho para tomarnos fotos
y la foto del recuerdo de
la primera Caravana de la Ciencia. Tiempo después, algunos llevaron las cosas hasta el autobús mientras algunos de mis compañeros nos quedamos en el pueblo.
Un compañero de Matemáticas junto a una amiga de nombre Tikiva (creo que significa mariposa en mixteco) |
Creo
que muchos de los que participamos no sólo nos llevamos buenos
recuerdos y experiencias, algunos como el compañero de ciencias de
la tierra mencionó que
ha encontrado la
posibilidad de abrir nuevas líneas de investigación, una
de ella es a través de
los diferentes tipos de fósiles que le han entregado y visto en
Zitlala y
Ahuacuotzingo, de hecho,
un
amigo que es de Zitlala me ha
comentado
que hay muchos fósiles que se pueden
encontrar fácilmente ahí.
Los compañeros que participamos en la última sede de La Caravana de la Ciencia |
Por
mi parte, me sentía bastante extraño cuando los compañeros de
otras escuelas me llamaban “astrónomo”. Hasta
la fecha no se si exista
una segunda Caravana, pero de
realizarse me agradaría
volver a participar. Siempre me sentí a gusto y a la vez obligado de buena gana a compartir el conocimiento adquirido a través de los años.
Muy buen trabajo Bricio, lo puse en mi face:
ResponderEliminarhttps://www.facebook.com/eduardo.cantoral